Todas las empresas, con independencia de su tamaño y sector de actividad, deben comenzar el proceso de digitalización.
La disrupción tecnológica afecta a todo tipo de organizaciones, las cuales se ven en la obligación de iniciar una transformación para fomentar la productividad y el crecimiento sostenible, al tiempo que atraen el talento y crean empleo de calidad.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), presentado por el Gobierno de España, reconoce la importancia de impulsar la transición digital a través de diferentes iniciativas.
La pandemia del Covid-19 ha acelerado de forma notable la transformación digital de las empresas, aunque no se ha dado de forma equitativa en todos los sectores.
Cabe señalar que se trata de un fenómeno que no consiste simplemente en la implementación de las nuevas tecnologías, sino que engloba a la organización en su conjunto que abarca desde la reinterpretación de la estrategia de negocio hasta la formación de los empleados para que puedan responder a las necesidades presentes y futuras.
El departamento de investigación de CaixaBank, Research, ha elaborado el llamado Índice CaixaBank de Digitalización Sectorial (ICDS) para dilucidar el estado real de las compañías españolas en cuanto a su apuesta en digitalización y en comparación con Europa.
Judit Montoriol y Álex Ruiz, autores del informe, dicen lo siguiente: “En los cuatro años analizados (2017-2020) observamos que todos los sectores de actividad avanzan de forma notable en su transición digital y ello está permitiendo que España reduzca la brecha que exhibe en relación con los países nórdicos, los líderes en digitalización dentro de la Unión Europea”.
El grado de adopción de las diferentes tecnologías digitales en las compañías es muy variado. Mientras que un alto porcentaje de empresas han adoptado las denominadas tecnologías predominantes, como el Internet móvil o el correo electrónico, hay otras que se encuentran muy poco difundidas, incluso en los sectores más digitalizados, como la impresión 3D o la realidad virtual.
Cuando se hace un análisis en profundidad del grado de digitalización de la economía en España hay dos características fundamentales. Por un lado, que se trata de un proceso que se da de manera desigual entre sectores. Y, por otro lado, existe una gran brecha con respecto a otros países europeos, como Finlandia.
El sector TIC es el que mayor grado de madurez presenta (67 puntos sobre 100). Aún así, está muy lejos del sector TIC en Finlandia, con 92 puntos.
Le siguen en este orden: sector de actividades profesiones, ciencias, servicios inmobiliarios y finanzas y seguros. Son los únicos sectores que en el ICDS superan un nivel de 50 sobre 100.
Uno de los principales obstáculos que impiden a muchas compañías avanzar en su proceso de digitalización e implementación de nuevas tecnologías es la falta de talento cualificado.
Según la opinión de los expertos, es muy difícil acumular profesionales con habilidades digitales si no se realiza una mejora sustancial de su disponibilidad, lo que implica un aumento de la formación, tanto reglada como en la empresa.
Por este motivo, diferentes componentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno (PRTR) van dirigidos a reforzar las competencias digitales de los trabajadores.
Además, en la próxima década será necesario ajustar el marco legislativo para dotar a las empresas de la flexibilidad necesaria para adaptar los procesos productivos a la era digital. De lo contrario, resultará muy complicado poder aprovechar todo el potencial de crecimiento que las nuevas tecnologías ofrecen.
En el sector de la construcción, la robótica y la impresión 3D son las tecnologías que mayor crecimiento han experimentado en los últimos aoños. Permiten la estandarización del método de producción, lo que se traduce en un ahorro de costes operativos y de tiempos de fabricación. Además, la industrialización se traduce en un empleo más cualificado y especializado.
La impresión 3D también ha ganado popularidad en la producción de manufacturas básicas, con aplicaciones en múltiples sectores como el textil. Por su parte, los servicios inmobiliarios se están biendo beneficiados por el Internet de las Cosas (IoT) y la realidad virtual.
La recopilación de grandes cantidades de datos y la búsqueda de patrones permiten que las organizaciones puedan tomar decisiones de forma rápida y eficaz, aprovechando todas las oportunidades del mercado.
Además, son capaces de identificar las amenazas en tiempo real. Actualmente, el sector primario destaca en Big Data mediante la aplicación de técnicas de “agricultura de precisión”.
Consiste en la recopilación de grandes cantidades de datos para optimizar la toma de decisiones con el objetivo de incrementar la producción y garantizar la sostenibilidad.
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