Tecnología para los negocios - Qué es el Internet de las cosas o IoT


internet de las cosas

En los últimos años, la expresión Internet of Things, Internet de las cosas o solo IoT se ha convertido en parte de la cotidianidad.

Y no debemos extrañarnos, vivimos en la era de la interconexión, ya que más del 60 % de la población mundial está conectada a Internet y es muy raro que alguien no tenga un móvil.

Pero, ¿qué es el Internet de las cosas?, ¿cómo funciona?, ¿cuáles son sus aplicaciones?, ¿qué ventajas y desventajas tiene? En este post te vamos a explicar todos los detalles.

Qué es el Internet de las cosas

¿Sabías que el Internet de las cosas tiene su origen en el libro “Cuando las cosas empiecen a pensar”?

El texto fue publicado en 1999 por el investigador Neil Gershenfeld del Massachusetts Institute of Technology, pero el concepto como tal empezó a utilizarse en el 2010.

De hecho hace referencia a una red de interconexión digital entre dispositivos, personas y la propia Internet que tiene como finalidad recolectar e intercambiar información.

Pues bien, el Internet de las cosas detecta patrones en el entorno, hace recomendaciones, aumenta la eficiencia, toma decisiones en función de las necesidades y los objetivos de crear mejores experiencias para los usuarios.

Esto significa que el concepto intangible no es más que el vínculo entre tu teléfono y los aparatos smart. Por ejemplo, aquellos que controlan la iluminación, el aire acondicionado o la programación de tu televisor o al robot aspirador que manejas desde tu móvil para limpiar la casa.

Vale mencionar que los antecedentes del internet de las cosas está en el M2M o “máquina a máquina” una visión un poco más arcaica que consistió en el intercambio de información en formato de datos entre dos máquinas remotas.

Cómo funciona el Internet de las cosas

Como ya mencionamos, un dispositivo IoT recolecta, procesa y analiza una gran cantidad de información cada segundo.

Entre ellas están los datos relevantes sobre hábitos y preferencias de consumo. Un ejemplo sencillo de cómo funciona el internet de las cosas lo representa el altavoz inteligente Amazon de Alexa, que está vinculado a la red de redes para conseguir información e interactuar con otros aparatos a través de simples comandos de voz.

De allí que cada día más artefactos son IoT y se interconectan entre sí con la idea de hacer la vida más fácil y tranquila.

De hecho, un sistema común de IoT actúa a través de tres componentes:

  • Dispositivos inteligentes. Que recopila datos del entorno, de los patrones de uso y los comunica a través de Internet hacia y desde un sistema de IoT.
  • Aplicación de IoT. Es un grupo de servicios y software que integra la información que recibe de varios dispositivos de IoT. Emplea la tecnología de machine learning o inteligencia artificial (IA) para analizar los datos y tomar decisiones.
  • Una interfaz de usuario gráfica. Algunos ejemplos básicos son las apps móviles o de un sitio web que se usan para registrar y controlar a las unidades inteligentes.

Dónde se aplica el IoT

La tecnología no deja de avanzar y el internet de las cosas forma parte de ese desarrollo. En la actualidad se usa en sectores industriales, empresariales, hogares, salud, agrícolas, ciudades inteligentes e individuos.

Veamos algunos ejemplos:

  • IoT industrial (IIoT). Las maquinarias pesadas que trabajan en las obras de construcción están sometidas a distintos tipos de esfuerzos. 

De allí que en cualquier momento es posible que presenten averías, para abordar el problema están los sensores especializados que recopilan y analizan los datos que sirven para que los especialistas realicen mantenimiento predictivo. 

También brinda información importante para mejorar los nuevos modelos del equipo, lo cual es un ejemplo de utilidad a largo plazo.

  • IoT en la logística y el transporte. Una de las primeras opciones fue la de etiquetar los contenedores con aparatos de identificación por radiofrecuencia (RFID). 

Las etiquetas almacenan reportes que sirven para que las empresas de logística hagan un seguimiento de los movimientos en los puestos de control, depósitos o terminales de cargas portuarias. 

  • IoT en la agricultura. El uso de los sensores de humedad ha revolucionado al sector. Su instalación en el campo permite a los agricultores obtener notificaciones precisas para programar los lapsos de riego.
  • Hogares inteligentes. Ya es común que la mayoría de casas estén camino a la automatización mediante conmutadores, sensores y dispositivos inteligentes que están vinculados a través de protocolos como Z-Wave o Zigbee.

Con esto queremos decir que ya es normal monitorizar y controlar aspectos como iluminación, climatización, red de seguridad y electrodomésticos.

Por ejemplo, si la persona olvida apagar las luces o el televisor puede hacerlo desde su teléfono a través de un aparato habilitado para IoT.

  • Redes inteligentes. Aquí se combina la Inteligencia Artificial y tecnología de analíticas avanzadas con la finalidad de ayudar a los consumidores a optimizar la energía que están utilizando o produciendo a través de los paneles solares u otros medios.

Otras de las funciones de los sensores de IoT es que pueden detectar riesgos por fallos en la redistribución de la energía y así evitar o minimizar cortes y otros inconvenientes.

También advierten sobre dificultades mecánicas y alertan a los especialistas de la necesidad de reparaciones inmediatas.

  • Ciudades. Con el uso de los sensores y medidores de IoT, los expertos en planificación urbana vigilan y recopilan información para aproximarse a los problemas de manera proactiva.

Tal es el caso de los aparatos instalados en los desagües de tormenta, que son muy prácticos para medir los niveles de agua y automatizar las acciones de prevención de inundaciones.

  • Automóviles conectados. En la actualidad todos los autos llegan al mercado con IoT. En el caso de los sistemas de asistencia al conductor (ADAS) que emplean la tecnología IoT que sirve para que los choferes eviten colisiones y planifiquen rutas. 

A medida que avanza la IoT automotriz, se observa más conectividad con los semáforos, noticias, fuentes meteorológicas y proveedores de entretenimiento por streaming.

  • Comercio minorista. Es un recurso efectivo para mejorar las experiencias en la tienda. Está representado en las cámaras inteligentes activadas por movimiento, las estanterías y las apps que ayudan a los compradores a localizar artículos

También con el internet de las cosas se mandan a los clientes promociones mientras navegan en la tienda, se hace seguimiento de los vehículos de entrega y envío, lo que ayuda a las personas a mejorar los planes de compra. 

  • Telesalud. Se refiere a los dispositivos que apoyan a los médicos a monitorizar a los pacientes de forma remota. En efecto, los avances más sorprendentes en telesalud son las herramientas quirúrgicas que permiten a los especialistas conectarse a distancia con otros colegas y  realizar cirugías guiadas y diagnósticos.
  • Gestión del tránsito. La tecnología de IoT reduce la congestión del tránsito, ayuda con las alternativas viables de nuevas rutas. Mientras que los sensores de carretera detectan accidentes y notifican el inconveniente de forma automática.
  • Hostelería. Seguro que ya has notado que algunos restaurantes de comida rápida cuentan con un terminal que avisa que el pedido está listo. También el internet de las cosas colabora para prevenir la caducidad de los alimentos en los almacenes y a realizar pedidos automáticos.
  • Domótica. Una de las opciones más impresionantes es el analizador de piscinas inteligentes, que envía todos los datos necesarios para controlar la calidad del agua.

Ventajas y desventajas de Internet de las cosas

IoT es una tecnología con un gran futuro, pero que también plantea algunas dudas.

Las ventajas ofrecen grandes posibilidades y las desventajas pintan un escenario de incertidumbre.

En el caso de las ventajas mencionamos las siguientes:

  • Capacidad de conectarse a la red y en consecuencia, tener acceso a todo lo que esto representa. Como es el Intercambio de información de forma rápida y en tiempo real.
  • Los procesos se llevan a cabo bajo los criterios de economía energética, puesto que son más controlados, lo que significa un menor consumo.
  • De la misma forma que el IoT abre la opción al ahorro porque prioriza un mejor uso de los recursos, se traduce en una mayor sostenibilidad, ya que solo utiliza lo que es necesario.
  • Permite la comunicación directa con el entorno. Por ejemplo, abrir y cerrar puertas desde el móvil o recibir avisos de acuerdo con la posición geolocalizada.

Sobre las desventajas algunas son:

  • La información es cifrada y, por lo tanto, es muy sencillo acceder a ella. Esto representa un inconveniente de seguridad digital, ya que el sistema podría ser hackeado.
  • Necesita una inversión previa en tecnología para que pueda funcionar. En pocas palabras, hay que comprar los dispositivos con las características requeridas para conectar a Internet.
  • Otro de los aspectos negativos es la disminución de la intimidad porque convierte el espacio privado en público.
  • Marca un desequilibrio en el acceso de la tecnología porque unas personas pueden contar con ella y otras no. Por ejemplo, lo que sucede en los entornos urbanos y el medio rural.
  • También está la falta de compatibilidad entre algunos dispositivos que no están estandarizados y, por lo tanto, no pueden trabajar de forma conjunta.

En conclusión, es ilimitado el futuro del internet de las cosas. Está claro que es una tecnología que ha llegado para quedarse, así que hay que adaptarse a ella y sacarle provecho mientras que se trabaja para minimizar sus posibles riesgos.

¿El resultado? 

Surgirán enormes oleadas de futuras aplicaciones de IoT, que cobrarán vida gracias a la creciente interactividad intuitiva entre los humanos y las máquinas.

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