La IA se define como la combinación de algoritmos previamente planteados para crear máquinas con las mismas capacidades que el ser humano. Una tecnología que ya es una realidad en plena era digital, y que presenta un abanico muy amplio de aplicaciones.
Se diferencian distintos tipos de Inteligencia Artificial. Por un lado, los sistemas que piensan como humanos, y que por tanto son capaces de automatizar diversas actividades como la resolución de problemas o el aprendizaje. Por otro lado, los sistemas que actúan del mismo modo que los humanos. Además, los sistemas que piensan racionalmente, diseñados para simular el pensamiento lógico racional propio de los seres humanos. Y, por último, los sistemas que actúan de forma racional.
La IA está presente en un amplio abanico de investigaciones que se están realizando en la actualidad para la preservación del medio ambiente y de la industria forestal.
La Inteligencia Artificial también se puede utilizar para mejorar de forma notable los distintos pronósticos meteorológicos a nivel mundial. Esta tecnología permite analizar datos en tiempo real y con un margen de error mínimo acerca de catástrofes meteorológicas. Así, haciendo uso de diversos modelos matemáticos, cabe la posibilidad de ofrecer distintas soluciones para prevenir este tipo de desastres, creando alertas tempranas y coordinando de forma adecuada la gestión de las emergencias.
Actualmente, se están dando grandes avances a nivel global en relación al desarrollo de cosechas resistentes al cambio climático. Los científicos han conseguido obtener algunas variedades de arroz que son resistentes a las inundaciones. Además, la Unión Europea está apoyando un proyecto de investigación para el desarrollo de cereales tolerantes a la sequía.
Una de las principales consecuencias del cambio climático serán las inundaciones y la sequía, especialmente en las zonas más pobres de la Tierra.
Recientemente, un grupo de investigadores del instituto francés Mines-Telecom (IMT) está estudiando y realizando previsiones acerca de la influencia que el cambio climático tiene en los océanos. Una investigación que ha sido posible gracias a la Inteligencia Artificial, a partir de la cual el equipo francés está elaborando distintos modelos en 3D para estudiar al detalle el comportamiento de los océanos a partir de datos de teledetección que han sido recogidos por satélite.
Con esta investigación, los científicos franceses desean conocer el clima terrestre y cuál es el impacto que el cambio climático está teniendo en los océanos: corrientes, incremento de las concentraciones de CO2…
Pero esta no es la única investigación basada en la Inteligencia Artificial para preservar los océanos. El pasado año 2018, Microsoft, una de las empresas más influyentes a nivel mundial, lanzó el proyecto Al For Earth. Un programa que tuvo muy buena aceptación, y que otorgaba subvenciones que oscilaban entre los 5.000 y los 15.000 dólares para aquellas investigaciones encaminadas a analizar alguna de las cuatro áreas vitales para desarrollar un futuro sostenible: agua, biodiversidad, clima y agricultura.
Microsoft apoyó trabajos muy interesantes, como “Wild Me”, en el que la IA fue aplicada para combatir la extinción de las especies. Los científicos aplicaron la Inteligencia Artificial para desarrollar diversos algoritmos de aprendizaje profundo con el objetivo de escanear e identificar a todas las especies de forma individualizada.
La Inteligencia Artificial también tiene un papel clave para preservar el medio ambiente y luchar contra los incendios. La multinacional tecnológica IBM ha aplicado la IA para desarrollar la herramienta “Bee2FireDetection”, la cual es capaz de calcular cuáles son las probabilidades de que se dé un incendio. Es por tanto de gran ayuda para combatirlo de un modo más ágil y eficaz.
Esta herramienta está siempre en funcionamiento, las 24 horas del día, los 365 días del año. Además, su radio de acción es muy amplio, por lo que permite detectar incendios forestales que se encuentran a 15 kilómetros de distancia. Para ello hace uso de una serie de algoritmos, además de recopilar distintos datos ambientales del terreno y meteorológicos. Así, “Bee2FireDetection” realiza un pronóstico muy preciso, con un margen de error mínimo.
Otra de las vías de investigación con la Inteligencia Artificial como principal protagonista es la encaminada a eliminar los desperdicios en el sistema alimentario. En términos económicos, esto supondría un ahorro aproximado de 127.000 millones anuales a nivel mundial. Las diversas herramientas desarrolladas podrían determinar el momento exacto en el que la fruta está lista para cosecharse, adaptando con ello la oferta de alimentos a la demanda.
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